¿Mamá donde esta papá?
- Nicole Castillo
- 6 dic 2017
- 6 Min. de lectura
Antes de empezar a leer, te cuento que este articulo lo escribí cuando recién abrí el blog en junio, pero no me atreví a publicarlo hasta hoy por temor a que la situación se vea obligada a cambiar, ya sea por problemas emocionales o económicos.
Empecemos...

♥ Creo que esta es la pregunta más difícil de responder para una mama bicolor. Les soy sincera, solo el hecho de pensarla me hace temblar, llorar y cuestionar mi labor como madre. ¿Como responderla? ¿Mi hijo estará preparado? ¿Debo decir la verdad? ¿Debo preocuparme por eso ahorita? ¿Cuál es la edad adecuada para conversar sobre el tema? ¿Como afrontar la situación? ¿Mi hijo va crecer con problemas?
♥ Es un tema delicado que algunos prefieren ignorar y alargar lo más posible, porque no saben cómo manejarlo o porque piensan que es un problema normal y que el niño podrá superarlo solo. Particularmente, soy de la idea que lo ideal es buscar asesoramiento psicológico, ya que nosotras así lo intentemos, no estamos en la mente de nuestros hijos y quizás demos una respuesta no adecuada para su edad. Si no cuentas con recursos o no eres fan de las terapias, hay muchísimos libros e información en internet que brindan métodos y conceptos claves para responder a todas estas preguntas.
Yo prefiero llamarlo “un tema delicado” antes que “un tema difícil”, y así también llamarla “una pregunta delicada” antes que “una pregunta difícil” ¿por qué delicada? Por el simple hecho que un tema muy frágil al tratarse de un niño inocente, sin una gota de maldad, lleno de vida y de esperanza en que el mundo es un lugar bonito. NO es difícil, lo que pasa es que no contamos con la información necesaria y cuando no conocemos del tema, automáticamente entramos en un estado de nervios, dudas, dilemas y conflictos.
♥ Solo recuerden las épocas de clase, cuando les tocaba exponer sobre un tema del que no sabían ni el titulo!!! Entraban en pánico, se trababan, se contradecían, les hacían más preguntas y peor era. Sin embargo, cuando tenemos que hablar sobre un tema del que somos EXPERTOS, lo manejamos mucho mejor, confiamos en nosotros mismo, transmitimos confianza en nuestras palabras y nos comunicamos con seguridad y firmeza. Lo mismo sucede en este tema, es delicado como un cristal porque no hay vuelta atrás, basta con decir una palabra equivocada y algo dentro de nuestros hijos se romperá. Por eso, debemos investigar, preguntar e informarnos lo más posible del tema y lograr que deje de ser un tema difícil para ser solo un tema delicado.
Por mi parte, según mi experiencia les quiero compartir estos tips para tener en cuenta antes de responder la pregunta “¿Mamá donde esta papá?”:
Nunca responder cuando estemos al extremo de un estado de ánimo; como súper feliz, súper molesta, súper triste, etc. porque lo más probable es que no contestemos con inteligencia emocional, sino más bien estallaremos por impulsos y posiblemente diremos cosas de las que luego nos arrepintamos. Evitar frases como: tu papa es malo, nos abandonó, lo odio, es un mounstro. Estas frases solo alimentan el dolor y el odio por una persona que ni siquiera está presente y que no vale la pena desperdiciar energía en él. Por eso, es importante primero sanarnos nosotras como mujeres y como mamas, en el caso que el papa nos halla humillado, golpeado, insultado, etc. Sonara ridículo, pero hay que perdonarlo y aprender a vivir con esa vivencia, así nos sentiremos en paz con nosotras mismas y podremos criar un niño lleno de amor y sin una gota de resentimiento ni odio hacia una persona que no suma en lo absoluto.
No hay que negarle la respuesta ni subestimar su capacidad de comprensión. Se debe evitar frases como: no hay que hablar de eso, estas muy chiquito para entender, hay cosas que no puedes saber, ya hablaremos de eso algún día, etc. PÉSIMO! Porque deja al niño con la intriga, la duda y a NADIE le gusta vivir así, engañado y con mentiras. Lo único que provocan estas respuestas es generar ansiedad en el pequeño, la cual le impedirá desarrollarse en sus actividades académicas, le generara muchas dudas sobre su familia y sobre él mismo.
Hay que buscar el lugar y momento adecuado. Lo óptimo sería responder en un momento de calma, en un ambiente adecuado como en casa y de preferencia en un momento en el que sabes que tendrá tiempo para procesar la respuesta. Les daré un ejemplo utilizando también el primer tip: Imagínense responderle antes de ir al colegio y decirle: tu papa es malo nos abandonó. ¿Se imaginan como estará el niño durante todo el día? Obviamente se sentirá muy triste, no prestara atención en clases y es probable que se lo cuente a sus compañeros o profesores. Pienso que sería mejor conversar un sábado por la mañana, tranquilos y explicar la situación en la medida de lo posible, según su edad y así tendrá todo el sábado y el domingo para procesarlo y podrá ir tranquilo el lunes a clases.
Asesórate! Lee! Consulta con un profesional! Yo también muchas veces me he creído la súper poderosa, que tengo el control de la situación, que se cómo manejar estos temas con mi hijo, me incomoda cuando alguien opina y me pregunta sobre como manejare el tema. Pero luego respiro profundo, dejo de pensar en mí y busco las alternativas adecuadas que me preparan y me brindan las herramientas necesarias para sobrellevar esta situación tan delicada
Prepara el terreno, bríndale toda la confianza a tu hijo para que se sienta cómodo de preguntarte lo que quiera y de compartir sus sentimientos contigo. Sé que esto suena muy obvio, como si fuera algo que hicieran todas las mamas, pero muchas veces por horarios del trabajo, falta de tiempo, cansancio, etc. olvidamos preguntarles a nuestros hijos que tal sus días, como se sienten, si son felices, si necesitan algo, etc. Preguntas como esas que demuestran interés en él como persona, hacen que el niño se sienta amado, protegido, importante y prioridad en la vida de la madre y de todas las personas que lo aman (abuelos, tíos, amigos, etc.). Preparar el terreno también ayuda a que se sientan seguros de quienes son, quienes los amas y cuánto valen, así cuando otro niño venga y le diga: jaja no tienes papa. Tu hijo podrá responder con toda la seguridad del mundo: es cierto, mi papa no está, pero tengo a una mama que vale por mil.
♣ Justo ayer vi la transmisión en vivo de otra mama bloguera y me gustó mucho cuando explicó que en la actualidad, muchas veces los niños son considerados como objetos, sin voz ni voto, no se respeta su voluntad, su opinión y solo se les impone cosas y se les califica como obediente o desobediente. Por eso, nosotras como mamás debemos enseñarles a amarse y debemos demostrarles que los amamos y que son lo más importante para nosotras en el mundo.
♣ Es difícil, es muy difícil ser la mano dura y la mano que acaricia al mismo tiempo, pero es lo que YO elegí y soy feliz con esa decisión. Quizás fue lo que me tocó vivir, pero no me conviene ver la situación así, ya que suena como un castigo o una pena, sin embargo, es todo lo contrario. Elegí ser mama bicolor, porque el hombre que participo en la creación de lo que más amo en el mundo, no merece sentir esta felicidad y ver ese rostro lleno de vitalidad e inocencia cada mañana. No merece que me desgaste llamándolo para exigir su presencia o su mensualidad. Sobre todo, yo no merezco vivir a la sombra y mendigando miserias a alguien que no quiso ser parte de esta nueva etapa y que tuvo la posibilidad de ser parte pero no quiso. Eso generaría maltrato psicológico en cierta parte. Conozco muchas mujeres que pasan por eso casi a diario al insistir, llamar, pedir lo que por ley les corresponde y tener que aguantar las molestias e insultos de un disque hombre. A la larga afecta psicológicamente a la madre en su rol de mujer. Un niño es feliz si su mama es feliz y le transmite eso, un niño vive en paz si su mama vive también en paz, todo se lo transmitimos a ellos. Por eso debemos estar tranquilas, en paz y felices para nuestros pequeños.
♣ Además, ¿de qué sirve tener el apellido de alguien que no te quiere, no se preocupa por ti y no estuvo presente en absolutamente ningún momento de tu vida? ¿Por identidad? ¿Por el que dirán? Hoy en día, veo que muchas personas al cumplir la mayoría de edad se cambian el apellido paterno. Considero que el apellido se lleva con orgullo, es decir, cuando estamos orgullosos de nuestros padres y nos enorgullece tener su apellido. Por estas razones y algunas otras más, decidí ser mama bicolor.

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